En pleno corazón de Benidorm, entre las calles Santa Faz y Santísima Trinidad, sobrevive con fuerza una joya artística de la ciudad: la Galería Delfos. Con 57 años de historia a sus espaldas, este espacio y sus moradores también ha sido testigo de la transformación de la capital turística.
La voz de Antonia Rostoll se entrelaza con la de su hijo Ricardo en un testimonio sonoro que desborda anécdotas, recuerdos, crítica artística y amor por la creación: «Sin pasión no hay nada», afirma Antonia, que comenzó con una tienda de marquetería «para pasar los inviernos».
Ahora y en dos locales diferenciados encontramos Delfos Art, el original que combina marquetería, venta de materiales de bellas artes e impresiones, y El Oráculo de Delfos, la sala exclusiva para pintura original, que alberga obras de maestros como Eugenio Mayor, Ripollés o Vicente Armiñana: «Aquí huele a barniz, huele a arte», señala Ricardo, heredero del negocio familiar y graduado en Bellas Artes y Comunicación Audiovisual.
El reportaje también revela las transformaciones del mercado del arte en Benidorm. Desde clientes rusos exigentes con gusto por lo clásico, hasta jóvenes que «solo compran reproducciones». Antonia lo resume con humor y firmeza: «Si no es bueno, no se pone a la venta».
La céntrica ubicación de la Galería Delfos ha dado pie en estas décadas a muchas anécdotas por las que preguntamos. Ricardo empieza a contestar, pero le para su madre. Antonia prefiere dejar algo a la imaginación.
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